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ilustración de Marta Buceadora (buceadora.com)
EL CUERPO GERMINADO. Retiro de Arteterapia y Movimiento
Mar, 15/06/2021 - 12:08

El cuerpo-semilla se encuentra seco, sin mirada propia que lo atienda consciente, inmerso en el bucle de la inercia, alejado de su inteligencia interna, atrapado en la rueda automática del camino único, sin cuestionar, cargando en sus pieles lo que no es suyo, pero sintiéndolo propio. Cuerpo-semilla bloqueado, condicionado, acostumbrado. Desacostumbrado a su propia naturaleza, siendo esta libre, perfecta y cambiante, completa y repleta de posibilidades. El cuerpo-semilla germina en cinco fases (eso dicen, tu cuerpo-semilla tiene su ritmo auténtico y deberás descubrirlo). La fase uno se llama imbibición. Es la fase de absorción de agua. Hidratación, nutrición propia para que algo pueda llegar a transformarse. Salir de lo seco, entrar en lo blandito, en lo tierno, en la líquida emoción. Beber, mojarse, adentrarse a bucear. ¿Dónde está el tesoro sino inmerso en lo profundo? Habrá que  ponerle color y forma a tus profundidades. Al hidratarse, tu cuerpo-semilla rompe la cubierta que lo envuelve. Se abre una grieta en las resistencias que lo limitan. Comienza a ser más permeable, a dejarse atravesar por las sensaciones. La segunda fase es la respiración: ahora que has vuelto a tus aguas, que has permitido a tu cuerpo-semilla habitar un espacio de cuidado y nutrición y comenzar a liberarse, puedes conectar con tu respiración verdadera. Con tu ir y venir, con todos tus huecos,cóncavos y convexos. ¿Cuáles son los huecos de tu cuerpo-semilla? ¿Dónde te respiras? Ya tienes la clave, te encuentras en el centro, vuelta a tu esencia presente y salvaje, la vida de donde todo parte. Tu respiración como el mundo de tus posibilidades. Vacío fértil, expectación, un lugar desde el que partir. Tu cuerpo-semilla en transformación.

Fase 3: La luz. Algo se abre, te das cuenta, desde aquí la puedes ver. Has tenido que meterte en lo profundo para descubrir la claridad. Comprender, hacerlo de verdad, desde tu cuerpo-semilla, la vida integrándose. Ya hay dirección en tu camino.

 La cuarta y penúltima fase es la movilización. Tu cuerpo semilla ahora es movimiento. Tiene su propia entidad en el espacio, siente emociones y manifiesta, transmite. Es comunicador, intuitivo y sabio, versátil, lleno de matices y diversas cualidades. Eres a la vez obra y artista cuando el movimiento es creación en estado puro y el creador es el cuerpo germinando. La fase última es el desarrollo, acompañarte en tus cambios. En todos tus estados. Del cuerpo semilla al cuerpo germinado. 

 

Hacerle un nidito a nuestro cuerpo-semilla, darle un espacio de nutrición, compartir con él el viaje. Identificar nuestras máscaras, explorar nuestras profundidades. Permitirnos recrearnos en las infinitas posibilidades que nos habitan, abrirnos a recibir las sensaciones del canal mundo, espejarnos en el resto. Entregarnos a la oportunidad de acercarnos un poquitito más a nosotras mismas, entre colores y danzas, dejar que de nuestros cuerpos germine nuestra naturaleza más libre.